En el día de hoy vamos a analizar la huella ecológica de la tecnología 3d (expresada como huella de carbono), basándonos en los mismos puntos; la escala de producción, los materiales, y el ciclo de vida de los productos fabricados.
1. La escala de producción
Un estudio realizados por Quantis, una agencia especializada en la asesoría ambiental situada en Lausana (Suiza) y Boston (Massachusetts, EEUU).
En el cual se comparaba La producción en 3D de tres distintas impresoras de diferentes costes contra la producción usando inyección en moldes. Además, en el estudio se asumieron otras premisas: en cuanto a los materiales, para ambos procedimientos se usaron polipropileno y ácido poliláctico.
Los resultados del estudio mostraron que las tecnologías de impresión 3D serían, según este estudio, interesantes desde el punto de vista ecológico para la producción a pequeña escala (menos de 1000 piezas), en comparación con la tecnología tradicional de inyección en moldes; además, e independientemente de la calidad de la impresora 3D utilizada, el impacto ambiental de la impresión 3D es menor en volúmenes de producción inferiores a 300 réplicas.
En cuanto al coste adicional del transporte en la fabricación centralizada, frente al ahorro derivado de construir de forma descentralizada, los estudios coinciden en el ahorro que supone en este aspecto la impresión 3D.
2. Materiales y gasto energético.
En cuanto a los materiales nos enfocaremos a los mas utilizados en la impresión 3D tanto industriales como caseras, que son el plástico ABS (derivado del petróleo), pero también los bioplásticos derivados de almidón de maíz (PLA).
Desde el punto de vista ambiental, el ahorro de recursos procede tanto de la selección de los materiales, como de la cantidad de material utilizado en la producción. A este respecto, el proyecto ATKINS, originado hace ya unos años (2008) por un grupo de investigación de la Universidad de Loughborough al que se unieron otros colaboradores. Tyler McNaney, director de Filabot, cree que es importante que la industria de la impresión 3D trabaje en este sentido, reutilizando el material de los prototipos fallidos. Para ello, existen también máquinas capaces de reciclar plásticos ya utilizados, pero la calidad del material disminuye en cada ciclo de re utilización y es más fácil de romper, por lo que los usuarios son reacios a su adopción.
Unas de las ventajas de la impresión 3D en cuanto al ahorro de materiales es la producción de piezas sin necesidad de crear los moldes utilizados en la producción “tradicional”. También Otro aspecto de la impresión 3D relacionado con la disminución de la escala de producción (concretamente, a nivel doméstico o pequeño taller) y la contaminación ambiental, es la emisión de partículas, según se lee en un reciente estudio publicado en una revista científica .
Según el mismo artículo, en el caso del plástico ABS, se generan además gases como monóxido de carbono y cianuro de hidrogeno, entre otros compuestos volátiles.
En es estudio se comparó las emisiones procedentes de dos tipos de impresoras de oficina utilizando como materia prima dos tipos de plástico, ABS y PLA, encontrándose que estas eran altas sobre todo en el caso del plástico ABS.
No obstante y para no caer en el alarmismo, hay que indicar que los niveles de emisiones de partículas descritos se compararon con otro estudio en el que medían las emisiones de partículas ultrafinas generadas al cocinar, y se comprobó que (en la impresión 3D con ABS) las emisiones serían equivalentes a los de cocinar la comida en un horno de gas o eléctrico a baja potencia, y menores que los resultantes al cocinarla en estos dispositivos a alta potencia.
Por otro lado, el artículo concluye que son necesarios posteriores experimentos utilizando un mayor rango de impresoras 3D y materiales.
Ciclo de vida del producto y aplicaciones con fines ambientales.
la posibilidad de ampliar el ciclo de vida de un producto al poder imprimir una pieza de forma aislada, que no podríamos adquirir de otra forma (viéndonos obligados a comprar el producto completo otra vez), o dando nuevos usos a los productos añadiendo piezas impresas en 3D. Como colofón, podríamos añadir algunas aplicaciones de la impresión 3D relacionadas con la protección medioambiental y que cuanto menos, resultan curiosas.
Por ejemplo, la protección y cuidado de la fauna salvaje, a través de prótesis que les permitan continuar vivir en libertad; o incluso de ecosistemas completos en peligro, tales como los del Golfo Pérsico, imprimiendo arrecifes que sirvan de base a corales, esponjas y otros organismos sésiles. O incluso, y volviendo al tema de la energía, fabricando células fotovoltaicas y otros objetos que lleven integrado el uso de la energía solar, reduciendo así las emisiones de gases de efecto invernadero, como el CO2.
NOTA COMPLETA EN : https://impresiontresde.com/una-nueva-revision-al-impacto-ambiental-de-la-impresion-3d/