En la nota nos cuenta sobre su profesión, la aplicación de la impresión 3D, y su emprendimiento Liri.
Oriunda de Paraná, Ani es egresada de la Universidad Nacional de Litoral. Desde hace tres años se encuentra viviendo en la ciudad de Córdoba y trabaja en una clínica de neurorehabilitación y en un centro de rehabilitación con niños.
“La terapia ocupacional busca promover y favorecer la independencia de las personas que hayan atravesado por algún desafío, ya sea una discapacidad, accidente, u otra situación” nos cuenta Ani.
“Se enfoca en que las personas vuelvan a adquirir su independencia en la vida diaria, que puedan volver a hacer desde la actividad más lo más básico, como comer y vestirse hasta higienizarse”
Para lograr esto el trabajo de los terapistas consiste en realizar constantemente adaptaciones de los elementos de uso cotidiano, es lo que se conoce como productos de apoyo.
“En la Universidad nos guían a realizar este tipo de elementos con recursos cotidianos, por ejemplo goma espuma, goma eva, polímero termoplástico que moldeamos con las manos, alambre, etc. pero nunca nos nombraron que la impresión 3D podría ser una herramienta más.”
“Yo conocía sobre la existencia de la tecnología porque mi hermano tenía dos impresoras, fue entonces cuando una vez estando en Paraná le conté sobre un paciente que tenía una discapacidad en sus manos. Se me ocurrió hacerle un dibujo muy precario de lo que podía ser un elemento de apoyo para él y realizamos la primera prueba, ¡salió perfecta!”
“No podía creer que esto podía hacerse con la impresión 3D. Esta pieza le permitió a mi paciente poder cepillarse los dientes y utilizar la cuchara para poder alimentarse.”
“Después de esto comenzamos a realizar más elementos, muchos diseños ya se encuentran en la web disponibles, pero debía esperar a que mi hermano los imprima y envíe; para achicar esa espera me animé a comprar mi propia impresora, una Magna 1 de Hellbot”
Ani resalta las ventajas de realizar los elementos en 3D:
“A principios de septiembre 2019 compré mi Magna 1 de Hellbot, es un mundo muy nuevo para mí, de mucho aprendizaje y muy distinto a lo que yo me dedico. Pero a pesar de eso, me apoyo continuamente en la ayuda de mi hermano y en el grupo de la comunidad Hellbot en Facebook.”
“Empecé a aprender un poco de ingeniería, electrónica, informática; me llevó un tiempo agarrarle la mano a los parámetros de impresión, pero una vez que empecé fue bastante fluído.”
Por el momento utiliza PLA en los productos, pero no descarta utilizar material flexible para realizar algunas adaptaciones.
“En la cuarentena decidí comenzar con mi emprendimiento y a difundirlo en las redes sociales, pero por supuesto el boca en boca es lo que más me ayudó”.
“Existe un grupo de terapeutas en Facebook al cuál les mostré mis catálogos y me empezaron a llegar pedidos de pacientes recomendados por ellos o elementos para sus consultorios”.
“A medida que se dió a conocer lo que yo hago me llegan mensajes muy positivos, a las personas le gustan, me lo piden, les encanta el material. Al ser un producto estándar y no necesita adaptación especial como podría ser una prótesis es posible hacerlo para cualquier paciente de cualquier lugar”.
“El mayor desafío que me genera es balancear los tiempos entre la producción y mis dos trabajos. Tengo en mente ampliar mi emprendimiento adquiriendo una impresora más, pero también disfruto mucho lo que hago, la relación con mis pacientes no la cambiaría por nada” .
Te invitamos a que conozcas LIRI a través de su instagram y facebook, su trabajo es increíble y en cada elemento se nota su pasión por lo que hace.
Te agradecemos Ani por compartirnos tu experiencia con la comunidad de TP3D, ¡te deseamos el mayor de los éxitos!
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