Sin duda, el avance tecnológico que suponen las impresoras 3D en este rubro es increíble. Cada día sorprende más lo que se puede hacer con estas tecnologías para salvar y mejorar la calidad de vida de muchas personas en el mundo.
El desarrollo constante de la bioimpresión es uno de sus usos más asombrantes, buscando la creación de órganos para realizar trasplantes, se convierte en una prioridad en el ámbito médico. Con la evolución de la tecnología y la disminución de accidentes automovilísticos se redujo la cantidad de órganos aptos para realizar trasplantes. Es así como, un indicador positivo y valioso (hoy en día, la mayoría de los seres humanos fallecen siendo adultos mayores) se convierte en algo negativo, ya que se redujo la cantidad de donantes de órganos.
Por esta razón, los desarrolladores de impresoras 3D consideraron un compromiso total la creación de tecnologías capaces de realizar réplicas de los mismos para salvar vidas. El principal problema es que, órganos duros como el riñón o el hígado poseen una innumerable cantidad de vasos sanguíneos los cuales tienen propiedades que hoy en día, son imposibles de replicar.
Sin embargo, se está avanzando sobre estos puntos prometiendo resultados positivos. Todavía quedan cosas por mejorar sobre la impresión de órganos, pero los resultados hasta hoy en día indican que va por muy buen camino.
Las prótesis que todos conocemos son extremadamente caras y es muy poco probable obtener una compatible al 100% con el paciente.
Las impresoras 3D permiten, a partir de tomografías, crear piezas totalmente compatibles con la anatomía del mismo y con un costo mucho más bajo que el actual. De esta manera, niños con distintas incapacidades, pueden ir “actualizando” sus prótesis de acuerdo a su crecimiento permanentemente, y de manera accesible.
Tener a nuestro alcance esta capacidad, permite personalizar tratamientos médicos completos a la medida de cada paciente.
También serviría para crear pastillas personalizadas que, en el caso de niños con problemas crónicos, sería una gran ayuda transformandolas en distintas formas y colores para que no lo relacionen con una enfermedad, y otorga la posibilidad de combinar distintos medicamentos en un sólo comprimido para reducir la cantidad de pastillas a consumir.
La Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) ha incorporado la primera impresora 3D de medicamentos del país, diseñada y fabricada por una pyme nacional llamada Life Soluciones Integrales, la cual también ha creado los programas informáticos por los cuales funciona.
Estos son los usos más importantes que la Medicina fue descubriendo y aplicando para mejorar la calidad de sus servicios. Sin embargo, está en constante crecimiento y es posible (y necesario) que a nivel mundial se vayan implementando y insertando en los hospitales Centros de Impresión para poder mejorar cada vez más los resultados.